La zorra, el cuervo y la serpiente

Había una vez una zorra astuta que vivía en el bosque. Un día, mientras paseaba cerca de un árbol alto, notó a un cuervo con un trozo de queso en su pico, listo para disfrutar de su comida. La zorra, intrigada por el queso, pensó en un plan para engañar al cuervo.

zorra y cuervo

—¡Oh, noble cuervo! —exclamó la zorra con voz suave—. ¡Qué magnífico plumaje tienes! Seguramente tienes la voz más encantadora de todo el bosque. Si cantaras para mí, ¡serías el rey de los pájaros!

Halagado por las palabras de la zorra, el cuervo abrió el pico para cantar. Al hacerlo, dejó caer el queso que la zorra rápidamente atrapó y se lo comió.

La zorra cuervo y serpiente

Mientras tanto, una serpiente que observaba desde la sombra, pensó en cómo podía aprovecharse de la situación. Se deslizó silenciosamente hasta donde estaba la zorra y, con voz melosa, le dijo:

—Querida amiga zorra, has demostrado una gran astucia al conseguir ese queso, pero sé de un lugar donde encontrarás más comida aún. Sígueme y te llevaré.

La zorra, todavía hambrienta y con su ego inflado por el engaño al cuervo, decidió seguir a la serpiente. Caminó detrás de ella hasta una cueva oscura, donde la serpiente la llevó a un agujero profundo y la empujó hacia adentro, atrapándola para siempre.

Moraleja: No te dejes llevar por los halagos ni por la codicia, pues pueden cegarte y llevarte a tu perdición.