
En un día cálido, un pequeño conejo se encontraba recogiendo zanahorias cerca de un riachuelo. De repente, una serpiente, con su voz melosa, se acercó y dijo:
- ¡Querido amigo conejo! Hoy traigo noticias maravillosas. Todos los animales han decidido dejar a un lado las diferencias y vivir en paz. ¡Es un nuevo día para la selva! ¿Por qué no te acercas y celebramos este gran acontecimiento juntos?
El conejo, astuto y consciente de la reputación de la serpiente, observó el entorno y notó que las hierbas altas a su alrededor se movían sutilmente. Imaginando el peligro, respondió con calma:
- ¡Es una noticia encantadora, serpiente! Estoy encantado de que se haya logrado la paz. Mira, parece que las águilas vienen volando a unirse a la celebración. ¿No es maravilloso?

La serpiente, al oír sobre las águilas, se alarmó y, sabiendo lo vulnerables que son las serpientes ante estas aves, se deslizó rápidamente hacia el bosque, desapareciendo entre los arbustos.
El conejo, libre de peligro, se quedó en el campo disfrutando de su festín de zanahorias, agradecido por su astucia.
Moraleja: La cautela y la observación pueden ayudar a evitar el peligro, incluso cuando parece disfrazado de amabilidad.